jueves, 27 de septiembre de 2007

Saludos triatloneros

El final de verano y el inicio del otoño se caracteriza en Jumilla por la vendimia. Una actividad que hace bullir la localidad: un trasiego de gente, tractores y olor a vino que lo impregna todo. Bien, y eso que tiene que ver con el triatlón. Nada. ¿Y conmigo?. Bueno, después de vendimiar el pasado fin de semana, el entreno de estos días ha sido “problemático”.

Me explico: para el que no sepa nada de estos avatares agrícolas diré que la vendimia consiste en ir agachado todo el día, cargando con capazos llenos de uva. Resultado: los femorales y dorsales (popularmente llamados las corvas y los riñones) destrozaícos.


Consecuencias: al salir a correr un dolor fuerte en la piernas y una imposibilidad de subirlas: en lugar de dar zancadas arrastraba los pies.


El lunes empiezo en la piscina y tendré que llevar aletas, palas y posiblemente patito de goma.

lunes, 24 de septiembre de 2007

Saludos amigos del triatlón

Bien, son muchas la voces que me reclamaban, así que aquí heme de nuevo, ante los ojos de los miles de millones (potenciales) lectores. Desde aquí un saludo a Ramón, donde quiera que estés. Y a Stani, sin cuyas agradables palabras tal vez no me habría animado a escribir.

Ya empecé a correr: si, ha costado. Al empezar a hacer un deporte de resistencia como es este, aconsejo que se vaya poco a poco. Lo mejor es que si estás mucho tiempo sin hacer nada empieces con caminatas largas, intercalando alguna carrerilla corta. Si puedes, hazte con un pulsómetro (aparatillo que te mide el pulso, los hay desde los simples como el mío hasta los que casi te hacen la compra y te arreglan el coche) y, durante unos días intentes no sobrepasar 130 ppm. Cuando ya seas capaz de correr 10 o 15 minutos del tirón, hazlo a no más de 140 ppm. A partir de aquí ya te aconsejo que te pongas en manos de un preparador físico. Lo único que sacarás si aplicas estos consejos es la ausencia de “agujetas” y alguna desagradable lesión muscular.

En los próximos días empezaré con la piscina gracias a las gestiones que Stani ha hecho. La verdad es que llevo mucho sin nadar y espero que los máquinas con los que iré no me levanten el tupé en cada entreno.