jueves, 19 de junio de 2008

Lesiones

Cuanto menos entreno, más me lesiono. Lástima que esta ecuación no sea exacta, porque la solución sería fácil, pero es cierto. Este año de “relax” estoy sufriendo dolores por todos lados: será la vejez que le coge a uno desprevenido.

Para empezar, en pleno invierno, era el hombro el que no me dejaba en paz. Sí, el famoso “hombro de nadador”. Se trata de una inflamación de uno de los tendones que hay por ahí. Según parece, si no se ataja a tiempo pasa a ser un dolor crónico e irreversible. El saber esto me hizo tomar precaución en las sesiones de natación, así que simplemente dejé de nadar, jejeje, de espaldas, que es cuando más me dolía. Pero lo que me ha hecho más beneficio ha sido un buen calentamiento, mínimo 15 min, de los dos hombros, sobre todo con un ejercicio que consiste en dejar el brazo “muerto” (agachado) y girarlo en círculos de radio cada vez más amplio: mano de santo.

Ahora, desde hace 3 semanas, me preocupa un punzante y desagradable dolor en el talón. Diagnóstico: fascitis plantar. La misma dolencia que ha impedido a nuestra fabulosa atleta Mayte Martínez acudir a Pekín. Haciendo infinitud de estiramientos he mejorado mucho los síntomas, pero no han desaparecido: es una dolencia que se “arregla” a largo plazo.

Soy optimista al respecto, pero me han hecho tomar conciencia de que cuerpo no hay más que uno y a ti te encontré en la calle.

¿Has tenido muchas lesiones?