
Después de larga estancia en el espacio exterior, vuelvo al fin a casa con muchísima ilusión. El verano se acabó y con él las ganas de no entrenar: y es que no hay nada como volver a la rutina para adentrarse en unos entrenos progamados, científicos (jajajaja) y demás. Lo que peor llevaré será encontrarme otra vez en la piscina con cienes y cienes de gente.